Título: Cyrano de Bergerac.
Autor: Edmond Rostand.
Año de edición: 1897
Época literaria: Romanticismo.
Género: teatro.
Tema: biografía.
Valores: amor.
“Pueden decirse… ¡Dios mío!… tantas cosas más…
variando el tono, -por ejemplo, atended:
Agresivo: «¡Yo, caballero, si tal nariz tuviera
os juro que al instante me la amputaría!»
Amistoso: «¡Se os debe de meter en vuestra taza;
para beber, tendréis que fabricaros una copa especial!»
Descriptivo: «¡Es una roca!… ¡Un pico!.. ¡Un cabo!
¡Qué digo un cabo!… ¡Es toda una península!»
De escribanía: «¿Caballero, o caja de tijeras sois?»
Curioso: «¿De qué os sirve esa oblonga cápsula?»
Gracioso: «¿Tanto amáis a los pájaros
que paternalmente os preocupasteis
de tender esa percha a sus pequeñas patas?»
Truculento: «Cuando fumáis, caballero,
y el humo del tabaco sale de vuestra nariz
¿ningún vecino grita: ¡Fuego en la chimenea!?»
(…)
-Poco más o menos esto, querido, me habríais dicho
si algunas letras tuvierais y algún rastro de ingenio;
mas de éste, vos, el más lamentable de los seres,
nunca tuvisteis un solo átomo, y de letras
sólo tenéis las ocho que forman la palabra: ¡Majadero!”
Cyrano de Bergerac es una obra de teatro basada en la vida del excéntrico escritor francés. Cyrano, tal y como lo retrata Rostand, es un hombre ingenioso, que vive de su orgullo. Está locamente enamorado de su prima, Roxana, una joven bellísima a la que Cyrano, acomplejado por su físico, no se atreve a declararse.
Aparece entonces en escena Raúl, un joven cadete de la misma compañía que Cyrano. Joven, muy guapo, el galán ideal de la historia. Pero algo le falla: es incapaz de expresar sus sentimientos.
Así surge una de las parejas más famosas de la literatura: Raúl pondrá el físico, Cyrano su ingenio, para convertirse en el hombre que habrá de conquistar a la dama. Los versos de Cyrano dichos por los bellos labios de Raúl.
Y en esta historia tierna y humorística –imaginen las peripecias de los dos caballeros para semejar ser sólo uno- irrumpe un nuevo personaje: el señor de Guiche, celoso pretendiente de Roxana. Y además, la guerra, que separa a este trío de enamorados.
Rostand cuenta una historia en la que el hilo conductor, el desencadenante de todo, es el profundo orgullo del protagonista. Duelos, enemigos, desplantes a la autoridad… Tras esta cortina se esconde un Cyrano de gran corazón, que sólo se muestra a su amigo Le Bret.
Cyrano de Bergerac es la obra más famosa de Rostand. Escrita en verso, hay diversas traducciones al castellano: las que respetan la métrica o las que respetan el contenido. Personalmente, prefiero las que conservan el ritmo, pero cualquiera de ellas nos acercan a una historia emocionante llena de espadas y de versos de amor.
Lourdes G. Trigo.