Título: El principito. (Le Petit Prince)
Autor: Antoine de Saint-Exupéry
Año de edición: 1943
Época literaria: siglo XX
Género: relato, alegoría
Tema: maneras de vivir
Valores: amor, amistad, disciplina
Un día cualquiera, el principito decide abandonar su planetoide para realizar un viaje. En su camino, encontrará oficios y formas de ser que considera absurdos:
“-¿Tú me admiras mucho, verdad?-preguntó el vanidoso al principito.
-¿Qué significa admirar?
-Admirar significa reconocer que yo soy el hombre más bello, el mejor vestido, el más rico y el más inteligente del planeta.
-¡Si tú estás solo en tu planeta!
-¡Hazme ese favor, admírame de todas maneras!
-¡Bueno! Te admiro-dijo el principito encogiéndose de hombros-, pero ¿para qué te sirve?
Y el principito se marchó. «Decididamente, las personas mayores son muy extrañas», se decía para sí el principito durante su viaje.”
A lo largo del libro encuentra más ejemplos. Igualmente, el autor se mofa de la supuesta seriedad que gente considerada de alto estatus social afirma tener:
“Tengo poderosas razones para creer que el planeta del cual venía el principito era el asteroide B 612. Este asteroide ha sido visto sólo una vez con el telescopio en 1909, por un astrónomo turco. Este astrónomo hizo una gran demostración de su descubrimiento en un congreso Internacional de Astronomía. Pero nadie le creyó a causa de su manera de vestir. Las personas mayores son así. Felizmente para la reputación del asteroide B 612, un dictador turco impuso a su pueblo, bajo pena de muerte, el vestido a la europea. Entonces el astrónomo volvió a dar cuenta de su descubrimiento en 1920 y como lucía un traje muy elegante, todo el mundo aceptó su demostración.”
Por último, el principito aprende lo que es la amistad y el amor:
–Sólo se conocen bien las cosas que se domestican – dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer?-preguntó el principito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca…
Debido a las excelentes reflexiones que hace sobre la vida y sobre determinadas actitudes absurdas que están socialmente aceptadas, merece la pena leerlo.
A pesar de que la obra ha cumplido más de setenta años, su vigencia no ha caducado.
Jon Asier Bárcena