Título: La vida es sueño
Autor: Calderón de la Barca.
Año de edición: 1636.
Época literaria: Siglo de Oro.
Género: teatro.
Tema: la libertad y el destino.
Valores: el perdón, la libertad, la reflexión.
Hace muchos años, cuando aun no tenía la capacidad para entender plenamente lo que significaba el monólogo de Segismundo que da título a la obra, aquel fragmento lleno de ritmo y sonoridad se convirtió en mi pieza literaria favorita. Llegué a memorizarlo, y a día de hoy todavía recuerdo unos cuantos versos. Por eso, a pesar de haber mencionado en alguna ocasión que “no sólo de La vida es sueño está hecha la obra de Calderón”, no puedo evitar la tentación de reseñar la obra cumbre del que es, todavía, mi dramaturgo preferido, y quizá uno de los mejores de la literatura española.
Como sucede con las grandes obras, el argumento es harto conocido. Segismundo, príncipe de Polonia, ha sido encerrado para escapar de su destino. Cuando por diversas circunstancias, tras dejar su prisión ha de volver a ella, consiguen convencerlo de que lo que ha vivido fuera ha sido un sueño. De este modo, Calderón crea una metáfora perfecta para sus ideales filosóficos y religiosos.
La vida es sueño sigue la concepción platónica de la vida: la existencia humana es como un sueño, durante el cual el hombre se halla inmerso en una caverna, de la que intentará salir buscando la luz. Extensamente debatida ha sido la profundidad filosófica de La vida es sueño y numerosos son los estudios que el lector interesado puede encontrar en este ámbito. Sin embargo, no me gustaría ahuyentar a posibles lectores centrándome solo en su contenido intelectual.
La obra maestra de Calderón es también una comedia construida de manera magistral, continuando las normas establecidas por Lope en su Arte nuevo de hacer comedias, y resulta representativa del gran teatro de la época. Tal como lo exigía el público áureo, La vida es sueño resulta dinámica y entretenida, muy lejos de parecerse a un tratado de doctrina.
Tanto por su perfección dramática, como por su relevancia intelectual y filosófica, La vida es sueño merece el lugar que se le ha reservado entre las grandes obras de la literatura hispana. No decepcionó a los espectadores de entonces, y casi con seguridad, no decepcionará a los lectores de ahora.
Verónica Casais